CONTRAOFENSIVA ALIADA:







La guerra en el norte de África entre ingleses y alemanes por el control del canal de Suez, punto estratégico para Gran Bretaña por su relación comercial con la India, se había iniciado desde 1939, el general Erwin Rommel (1891-1944), conocido como el Zorro del desierto, dirigía la avanzada de los ejércitos alemanes en esta región haciendo retroceder a los británicos.
Fue en 1942 cuando las tropas británicas al mando del general Montgomery atacaron desde El Alamein y avanzaron contra los alemanes hasta lograr su rendición en el frente, con el apoyo del general estadounidense Dwight D. Eisenhower (1880-1976).
El triunfo aliado en el norte de África y la victoria soviética sobre los alemanes en la batalla de Stalingrado, fueron el principio del fin de Hitler, quien se rehusaba a admitir que el imperio nazi se derrumbaba.
Desde esa misma región de África las tropas aliadas iniciaron su marcha sobre Italia, cruzando el Mediterráneo, por lo que, los italianos exigieron la renuncia de Mussolini en 1943; sin embargo, los ejércitos alemanes continuaron defendiendo el norte de Italia hasta 1945.
Mientras tanto, los aliados preparaban un plan para invadir Francia y liberar a Europa Occidental del dominio nazi. Dicho plan se conoció como el Día D y se desarrolló a través de la conducción del general Eisenhower al dirigir más de 2 millones de soldados británicos, norteamericanos y canadienses durante el desembarco en Normandía, en la costa norte de Francia. Esta fue la invasión naval más importante de la historia, junto con los soldados desembarcaron medio millón de vehículos que permitieron tras la formación de una cabeza de playa, romper las líneas defensivas alemanas.
La invasión se inició el 6 de junio de 1944 y consistió estratégicamente en ocupar por sorpresa, por agua, tierra y aire, la costa francesa e ir avanzando hasta que los nazis emprendieran la retirada. El plan dio resultado y los alemanes abandonaron París, mientras las tropas aliadas entraban triunfantes.
Para entonces los alemanes luchaban en dos frentes, lo que siempre quisieron evitar. Por el Oriente, el ejército soviético avanzaba hacia Alemania, mientras que los estadounidenses y británicos marchaban por el Occidente.
Debido a esto, los nazis se vieron obligados a replegarse en ambos frentes; sin embargo, Hitler afirmaba que no se rendían, que continuarían peleando, en enero de 1945 se había mudado a un búnker subterráneo en Berlín para dirigir los últimos tramos de la guerra pero el 30 de abril se suicidó, dos días después del fusilamiento de Mussolini por parte de las fuerzas partisanas italianas. La rendición incondicional de Alemania fue el 7 de mayo, esta rendición pone fin a la guerra en el continente europeo.
Poco antes, en febrero de 1945, Churchill, Stalin y Roosevelt se habían reunido en la Conferencia de Yalta para decidir sobre el desarrollo de la guerra, el futuro de la Europa Oriental y la previsible derrota de Alemania y su régimen nazi.
Roosevelt, presidente de Estados Unidos, murió en 1945 cuando iniciaba su cuarto período presidencial, poco antes de que Alemania firmara la rendición incondicional. Harry S. Truman le sucedió en la presidencia.
Mientras tanto en el Pacífico, los aliados seguían avanzando hacia Japón. Tras largos meses de combate bajo las órdenes del general Mac Arthur, los marinos estadounidenses lograron tomar las islas de Iwojima y Okinawa, este avance abría la posibilidad de invadir Japón.
Los aliados sabían que Japón tenía un ejército fuerte y dispuesto a defender su nación, por lo que la lucha sería intensa; además los japoneses contaban con miles de hombres dispuestos a lanzarse en misiones suicidas, conocidos como kamikazes, en aviones cargados de explosivos sobre los barcos aliados.
Al mismo tiempo Estados Unidos contaba con un arma nueva y muy poderosa, la bomba atómica, que comenzó a desarrollarse durante la década de 1930, cuando físicos nucleares lograron romper el átomo de uranio.
Nuevamente, Truman, Winston Churchill y José Stalin se reunieron Postdam y enviaron a Japón una petición conjunta de rendición incondicional, a la vez que impusieron severas condiciones de paz a Alemania. El gobierno japonés no respondió, el 6 de agosto de 1945 se lanzó un abomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, en Japón; dos días después se lanzó otra sobre Nagasaki.
Ante el horror de la destrucción atómica, el emperador Hirohito pidió a los generales que se rindieran para no ver sufrir a más gente inocente. La rendición de Japón se firmó a bordo del portaaviones estadounidenses Missouri el 2 de septiembre de 1945

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